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Lentes ICL



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Cirugía refractiva / Lentes ICL

¿Qué es una lente ICL?



Una lente ICL es una lente fáquica, lo que significa es que se implanta sin la necesidad de extraer el cristalino transparente del ojo. El cirujano la coloca en la cámara posterior detrás de la pupila, entre el iris y el cristalino durante una operación de miopía o hipermetropía, con o sin astigmatismo.

Lente intraocular ICL

¿En qué casos el oftalmólogo recomienda el implante de una lente ICL?



Esta técnica es óptima para pacientes, principalmente jóvenes, con miopías o hipermetropías altas, visiones límites o córneas finas que no pueden ser tratados mediante la técnica Lasik habitual. Las ICL permiten corregir hasta 18 dioptrías de miopía y 10 de hipermetropía. En el caso de existir astigmatismo, se puede

implantar una ICL tórica para su corrección. Por encima de este rango, o en presencia de defectos residuales, se puede realizar una cirugía complementaria, tras los 3 ó 4 meses, con láser Excimer y LASIK. Esta técnica no corrige la vista cansada.

¿Cuáles son sus principales beneficios?



La cirugía es muy rápida: tiene una duración de unos 10-15 minutos por ojo.

La ICL es potencialmente reversible, a diferencia del tratamiento con láser: en caso de complicaciones la lente se puede extraer sin dañar ningún tejido ocular permitiendo la vuelta una situación preoperatoria con la posibilidad de realizar nuevas técnicas a realizar.

La ICL es flexible e invisible: una vez el implantada ni el paciente ni su entorno la ven o la sienten, es completamente invisible.

La ICL protege de los rayos UVA en un entorno climatológico normal.

La ICL no requiere puntos, lo que implica un post-operatorio rápido. Lo normal es que al cabo de 1-2 días el paciente experimente una recuperación visual normal siendo excelentes los resultados.

¿Cómo se realiza la cirugía de miopía, hipermetropía y/o astigmatismo con lente ICL?



La cirugía de ICL es una técnica vanguardista de resultados excelentes e inmediatos.

La cirugía requiere anestesia tópica, es decir, mediante gotas.

El cirujano introduce la lente intraocular ICL flexible a través de una incisión corneal de 2,8mm. Antes se introducían lentes rígidas por lo que las incisiones era de mayor tamaño, entre 6 y 7mm, con la obligación de suturar, lo que inducía en algunas ocasiones astigmatismo y, por tanto, una peor recuperación.

Durante el procedimiento se inyecta ácido hialurónico a fin de mantener la cámara anterior para maniobrar con seguridad.

Una vez situada la ICL, con la ayuda de una cánula de irrigación-aspiración conectada al facoemulsificador, limpiamos los posibles restos y las incisiones se autosellan.

Resolvemos las dudas más frecuentes sobre cirugía refractiva en nuestro canal de Youtube


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